jueves, 14 de diciembre de 2017

OPINIÓN. Elecciones 2018 ¿Hay con quién? GUSTAVO PETRO ¿Es el gallo presidencial?

OPINIÓN.

Elecciones 2018 ¿Hay con quién?

GUSTAVO PETRO ¿Es el gallo presidencial?


Durante las próximas semanas, Canal 3 sistema en línea hará un breve análisis de cada uno de los candidatos y candidatas presidenciales, el cual ya habríamos empezado unas semanas atrás con una reseña del candidato Fajardo (leer: Quién es Fajardo en: 

Se propone esta serie de artículos de opinión para el debate y para que “el dios en que quieran creer los colombianos y colombianas” los coja confesados a la hora de elegir el próximo verdugo que habitará en la Casa de Nariño.

GUSTAVO PETRO ¿Es el gallo presidencial?

Por: Luis Carlos Pulgarín Ceballos.
Foto: Alcaldía Bogotá Humana, bajada de internet.

En el pasado, Petro lució como uno de los mejores congresistas del país, destapando no sólo ollas podridas en corrupción, sino que también denunciando la criminalidad del establecimiento paramilitar. Pero, No olviden que por cálculo burocrático ayudó a elegir al santo varón inquisidor Ordoñez como Procurador, a cambio de puestos, y a Santos lo ayudó a reelegir no sólo por la paz; también pidió cuota ministerial, es decir burocracia (según reciente trino de Aurelio Suárez). Su administración de la Bogotá Humana tuvo muchos reveces, muchos de éstos por su falta de experiencia gerencial y sobre todo por su no saber trabajar en equipo, también por no contar con un partido que lo respaldara con estructura, esto último lo llevó a nombrar mucho paracaidista que se dijo “progresista” pero que en realidad su proyecto estaba muy distante del generosos Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana que el mismo Petro había diseñado.

Lo otro es que desestimó liderazgos que bien lo habrían podido ayudar a salvar las necesarias relaciones con el Concejo Distrital, tal es el caso de Antonio Navarro que terminó renunciándole a la Secretaría de Gobierno; aquí el análisis es que los egos de Petro no soportaron que Navarro cobrara protagonismo nacional desde su cargo en el Distrito y se le adelantara en una carrera presidencial tan ambicionada por él. Terminó entonces sacrificando la ciudad por sus ambiciones, espantando a Navarro y otros funcionarios claves que prefirieron renunciarle a soportar su ímpetu personalista.

Su alcaldía brilló por la burocracia oenegera. Muchos directivos de antiguas ONGs saltaron a los cargos públicos a manera de salvación económica debido a la disminución de los recursos internacionales que en los 80s y 90s los mantuvieron y que entonces, les permitía ser y propagar una cultura anti electorera, abstencionista y rechazar las estructuras oficiales o de Estado como autoridad, es decir eran antigubernamentales; la crisis de financiación de su proyectos “independientes y alternativos”, los llevó a buscarse otras formas de financiación que les permitiera el confort al cual se acostumbraron gracias a la “solidaridad” internacional, metiéndose en estas estructuras gubernamentales y clientelistas que tanto rechazaban.

Salvo las críticas al secretario de Desarrollo Económico, Carlos Simancas, de quién se rumora no es una perita en dulce y podría haber hecho algunos negocitos personales a través de una funcionaria muy íntima suya, en este caso Sonía Velosa (sin que hasta el momento se les pueda acusar oficialmente de nada); salvo también los rumores de una supuesta negociación (fallida por cierto) de transportes públicos con electricidad que dejaría muy buenos réditos al Alcalde, además de su supuesta actitud de favorecer a familiares de su esposa en decisiones administrativas de distrito, la administración de Gustavo Petro no se puede señalar como una administración corrupta y criminal, como sí sucede con la administración de Peñalosa. Es más, sino fuera por las debilidades de su equipo de trabajo y por las mismas debilidades gerenciales del señor Petro, el Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana habría sido uno de los mejores Planes de Desarrollo -sino el mejor- que se haya podido construir en algún gobierno distrital e incluso nacional. 

Ahora bien, ¿por qué Petro no desarrolló tan noble Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana? Todos sabemos que dicho Plan no se pudo desarrollar durante su gobierno, no sólo por las causas y debilidades de su forma de gobernar, ya enunciadas en anteriores líneas, sino que también se debió, en primera instancia a la brevedad del periodo de gobierno (cuatro años es insuficiente para cambiar la estructura maniquea que han construido durante décadas los corruptos gobiernos de Bogotá). Y lo otro es la persecución sistemática y casi que criminal que emprendieron los corruptos gremios –económicos y políticos- contra el burgomaestre –y aquí el Santo Varón Inquisidor de la Procuraduría Ordoñez le mal pagó el voto de su elección convirtiéndose en su principal verdugo-, cuando Petro empezó a darle la vuelta a las formas contractuales de los principales proyectos económicos y de servicios públicos distritales, sacando mafias privadas de éstos contratos y favoreciendo sectores tradicionalmente excluidos, caso de la política en el manejo de basuras que por primera vez puso en la línea protagónica, proyectándolos como emprendedores con dignidad a los recicladores de la ciudad. Caso también de su propuesta de vivienda con interés social que llegó a desafiar los imaginarios de las clases elitistas del país, que se han dedicado a construir casas para pobres en el sur, para mantenerlos alejados de su preciado norte, hablando de la necesidad de integrar entre las bellas mansiones de las clases ricas bogotanas las casas de la vecindad popular para superar la segregación clasista.  


Bueno, hasta aquí este corto análisis del candidato Petro, en la próxima entrega, hablaremos de otro candidato o candidata, y así hasta hacer una reseña de cada uno de los aspirantes a sentarse en la silla presidencial. Nos pica la lengua, ustedes deciden quién tiene menos pecados. 

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