domingo, 11 de septiembre de 2016

En medio de amenazas por parte de grupos paramilitares COMUNIDADES DE LA CUENCA DEL RÍO ATRATO DICEN: VAMOS POR EL SÍ!





Redacción y fotos: Luis Carlos Pulgarín Ceballos.
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El domingo pasado, 28 de agosto, las comunidades de la Cuenca del Atrato, reunidas en Murindó, municipio del denominado Gran Urabá (conformado por 20 municipios de Chocó, Antioquia y Córdoba), se lanzó públicamente la Mesa Interétnica como un espacio de integración de los pueblos indígenas, afrocolombianos y la comunidad mestiza y campesina. Este proceso que ha sido liderado principalmente por líderes de la región con el acompañamiento de las organizaciones DESCOLPAZ y la Corporación Claudicantes, es una experiencia organizativa que se constituye como una propuesta para, desde las comunidades, aportar en los esfuerzos que hace el país entero en la implementación de los acuerdos de paz logrados con las FARC-EP en la Habana.
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Así mismo, a decir de Oscar Salazar y Luisa Fernanda Vargas impulsadores del proceso, la Mesa se consolida para proteger el territorio -que perteneciendo ancestralmente a las comunidades mismas- serán objeto de agresión en la competencia que muy seguramente emprenderán las multinacionales, los paramilitares y hasta del mismo ELN, una vez las FARC-EP despejen estos territorios que han sido, durante más de 40 años, su espacio natural de incidencia armada.
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En el anterior sentido afirman los líderes de la Secretaría Técnica de la Mesa que "La Mesa Interétnica por la Paz y Reconciliación surge por iniciativa de las comunidades indígenas, afrodescendientes y mestizas así como de sus organizaciones sociales y comunitarias.
"Esta mesa aglutinará los diferentes procesos organizativos de la base social que se desarrollan en el municipio, los que se articularán en pro de los objetivos e intereses comunes como la defensa del territorio, así como el espacio para dirimir las diferencias, somos conscientes que sólo la unidad nos hace fuertes en momentos históricos como los que estamos viviendo en el contexto político actual.
"Es por ello que la Mesa Interétnica cobra importancia ante la implementación de la paz territorial y de plataforma de verificación y seguimiento de los acuerdos como instancia territorial, la defensa de los derechos humanos, incidencia en la construcción de políticas públicas que beneficien al conjunto del pueblo murindoseño que anhela y sueña con una paz con justicia social estable y duradera".
En el marco del evento, la Mesa Interétnica recibió la alegre noticia de que la ONU a través de la Misión del PNUD en Antioquia, haría acompañamiento a este proceso. Noticia muy positiva para las comunidades que tenían gran incertidumbre desde que este mismo organismo internacional los excluyera de las regiones priorizadas para los planes y programas que se implementarán en el periodo de pos conflicto. Decisión que, en su momento, no compartieron las comunidades que -por obvias razones-, se reclaman comunidades víctima del conflicto, e incluso, comunidades en riesgo durante el mismo periodo de pos conflicto.
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Amenazas de grupos paramilitares.
Es innegable la presencia paramilitar en la región. Al cruzar por Belén de Bajirá, paso obligado para llegar al punto de embarque que -por el río Atrato- nos llevará al Municipio de Murindó, las denominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC-, demuestran su poder no sólo haciendo retenes -a nombre de los Consejos Comunitarios-, para que los conductores les paguen vacuna, sino también en las paredes de tabla de las casas de los habitantes del lugar.  
Ya desde el 10 de agosto, las mismas comunidades denunciaron públicamente los siguientes hechos: "desde que comenzaron las FARC-EP hacer su tránsito hacia las zonas veredales y campamentarias y de acuerdo a lo pactado en la Habana en cuanto al cese bilateral de fuegos y dejación de armas,  las incursiones paramilitares han sido continuas sin que las autoridades tengan una respuesta efectiva para combatir eficazmente al paramilitarismo y protejan a la población civil".
De esta manera "desde el día  miércoles 10 a las 8 am de agosto de 2016 vienen haciendo presencia grupos paramilitares de las autodenominadas autodefensas Gaitanistas en las cuencas de los ríos Curvarado, bajo Atrato, y el Jiguamiandó", así mismo retuvieron a la fuerza a los indígenas Argenito Jumí Tapia (de 20 años) y Jhon Fredy Rubiano Barquin, en inmediaciones de la quebrada Mina, territorio del resguardo indígena Urada obligándolos a ser sus guías hasta el día sábado 13 de agosto. Día en que  fueron liberados luego de sufrir torturas psicológicas, amenazas verbales  e interrogatorios sobre la presencia de la guerrilla de las FARC-EP en la zona.
Este grupo paramilitar estaría conformado por 200 hombres armados y se han dedicad a sembrar terror y zozobra en las comunidades afrodescendientes, mestizas e indígenas. Lo más preocupante para las comunidades es que este grupo paramilitar recorre de manera permanente desde Urada hasta el corregimiento Pavarando, municipio de Mutatá, sin ser detectado por las unidades militares que hacen presencia en la zona.
En este sentido, las comunidades organizadas en la Mesa Interétnica han hecho  un llamado urgente a la Comisión Tripartita de Verificación, a la Comisión de Paz del Senado y organismos defensores de los derechos humanos, entre otros, para que se active de manera inmediata el sistema de alertas tempranas, así mismo para que la Fuerza Pública combata la presencia paramilitar en la región garantizando de esta manera la tranquilidad de los territorios.


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